miércoles, junio 07, 2006
viernes, junio 02, 2006
SUEÑO PATROCINADO POR ICETEA
Según los estudios realizados sobre el sueño, nuestro cerebro revela actividad cada veinte minutos (o eso leí alguna vez en alguna revista). Pero sólo cuando esa actividad cerebral es lo suficientemente fuerte para no permanecer en un estado de sueño profundo es cuando recordamos aquello con lo que hemos estado soñando.
Muchos han intentado dar sentido a los sueños: yo me quedo con esa teoría que dice que los sueños son una combinación de lo que nuestro cerebro quiere eliminar (porque se supone que ya no nos va a ser útil) para seguir teniendo hueco para almacenar nuevos recuerdos. Y el cerebro tiene que eliminarlo en forma de secuencia narrativa, nada caótico, porque es así como él aprendió a guardar los recuerdos.
Pero siempre hay un elemento extraño que no encaja o que es demasiado extravagante que nos recuerda, aunque nuestro sueño parezca demasiado real, que no estamos viviendo que sólo estamos soñando.
Y ese elemento extraño en mi sueño demasiado real de esta noche ha sido el té con hielo: Todo el mundo bebía compulsivamente té con hielo en esos vasos de plástico que son del tamaño intermedio entre el cachi y el vaso normal. Y era extraño porque supuestamente yo estaba en una editorial con una amiga visitando a mi "pareja" (que probablemente también fuese un elemento extraño ya que carezco de ella, pero cuando me desperté lo único que me dijo que aquello fue un sueño fue la manía recurrente de tomar te helado).
Muchos han intentado dar sentido a los sueños: yo me quedo con esa teoría que dice que los sueños son una combinación de lo que nuestro cerebro quiere eliminar (porque se supone que ya no nos va a ser útil) para seguir teniendo hueco para almacenar nuevos recuerdos. Y el cerebro tiene que eliminarlo en forma de secuencia narrativa, nada caótico, porque es así como él aprendió a guardar los recuerdos.
Pero siempre hay un elemento extraño que no encaja o que es demasiado extravagante que nos recuerda, aunque nuestro sueño parezca demasiado real, que no estamos viviendo que sólo estamos soñando.
Y ese elemento extraño en mi sueño demasiado real de esta noche ha sido el té con hielo: Todo el mundo bebía compulsivamente té con hielo en esos vasos de plástico que son del tamaño intermedio entre el cachi y el vaso normal. Y era extraño porque supuestamente yo estaba en una editorial con una amiga visitando a mi "pareja" (que probablemente también fuese un elemento extraño ya que carezco de ella, pero cuando me desperté lo único que me dijo que aquello fue un sueño fue la manía recurrente de tomar te helado).