NO HABLO SI NO TENGO NADA QUE DECIR.

domingo, marzo 05, 2006

A tí, a quien dejé de llamar.

3:00 a.m. Despertar tras tres horas de sueño.
3:01 a.m. Pensar en ti.
4:06 a.m. Pensar en él.
4:45 a.m. Imaginar para recuperar el sueño.
8:00 a.m. Ruido insoportable de mi móvil para recordarme que empieza una nueva jornada sin ti.
8:05 a.m. Lágrimas por no importarte lo suficiente.
8:10 a.m. Lágrimas por no haberle importado nunca.
8:12 a.m. Propósitos para el nuevo día (terminar el segundo capítulo).
8:20 a.m. Café y cigarrito.
8:34 a.m. Ducha caliente.
8:40 a.m. Olvidar todos mis propositos.
8.45 a.m. Conectar el portatil.
8:50 a.m. Mirar mi correo.
9:00 a.m. Tirar mi tiempo mientras mi cuerpo se alimenta de humo.
15:00 p.m. Esperar que contestes a mi mensaje.
18:00 p.m. Volver delante de la pantalla del ordenador tras horas de insulsa programación.
20:00 p.m. Alimentar mi cuerpo con humo.
21:00 p.m. Volver a la insulsa programación televisiva.
11:30 p.m. Porrito de marihuana terapéutica para poder dormir.
00:00 Pensar en tí y dormir ocho horas sin despertar para comenzar mi nueva vida.