NO HABLO SI NO TENGO NADA QUE DECIR.

jueves, mayo 11, 2006

Ayer, por primera vez en muchísimo tiempo, me reí hasta que me salieron agujetas en la barriguita. Ayer me reí sin miedo a provocar una subida del ritmo cardiaco tal que me empezara a temblar todo el cuerpo. Ayer otra vez su simple risa contagiosa hizo caer lágrimones de felicidad por mis mejillas. Ayer supe que todo lo que necesitaba era tenerte a mi lado. Ayer todo volvió a ser como siempre aunque no fuese igual que en el pasado.