Ayer, por primera vez en muchísimo tiempo, me reí hasta que me salieron agujetas en la barriguita. Ayer me reí sin miedo a provocar una subida del ritmo cardiaco tal que me empezara a temblar todo el cuerpo. Ayer otra vez su simple risa contagiosa hizo caer lágrimones de felicidad por mis mejillas. Ayer supe que todo lo que necesitaba era tenerte a mi lado. Ayer todo volvió a ser como siempre aunque no fuese igual que en el pasado.
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