A MIS NIÑOS "CHARROS"

Ya queda menos de un mes para que todas las cosas que invaden está habitación del ático de Gran Capitán sean introducidas en el maletero del todoterreno de mi padre y las que no quepan terminen en el contenedor. Cinco años de recuerdos acumulados en cajas de cartón...
Y vuelta a Burgos, la tierra que me vio nacer, y de la que renegué durante cuatro años, a la que decía que jamás volvería... Pero te añoro; añoro la seguridad de saber dónde están todas las cosas que necesito sin necesidad de mirar un plano para poder llegar hasta ellas; añoro sus calles, sus gentes...
Regreso por al menos un año, hasta que vuelva a odiarte; regreso y no a luchar por él, esa batalla ya está perdida.
Pero no puedo evitar que la melancolía me invada al pensar que jamás volveré a la tierra que me adoptó sin ser una invitada; al pensar que la gente a quien quiero se queda aquí o se desperdiga como yo por todo el territorio nacional.
Por ello os dedico esta entrada sabiendo que a la mayoría de vosotros os veré tan sólo una vez al año en las reuniones de sociólogos en paro (jajaja) y que a los demás haré lo imposible por veros al menos una vez al mes. Os echaré tanto de menos que os recordaré todos los días.
Pero tampoco hay que preocuparse que en "Athapuerca" (osease mi casa) mi papi ha prometido poner internet, por lo que si gustaís seguiremos en contacto casi a diario. El día siete hay que celebrar la separación con la mayor fiesta que se haya vivido. Besos a todos.